Después del fracasado autogolpe del presidente Pedro Castillo. ¿Cómo interpretar la protesta y violencia que sacude principalmente en el Sur del país?

Estamos en una situación bastante delicada, porque lo que vivimos es consecuencia del golpe fallido de Pedro Castillo del 7 de diciembre, que intentó cerrar el Congreso, intervenir el Poder Judicial, el Tribunal Constitucional, la Fiscalía de la Nación; un esquema que copiaba al pie de la letra el golpe fujimorista de 1992, con la diferencia que no tenía el respaldo de nadie. Como bien sabemos, no tenía el menor apoyo de las fuerzas armadas y policiales, ni siquiera de su propio gabinete que renunció en el acto. Por eso ha sido una farsa golpista que duró de hora y media a dos, y el propio Castillo estaba, a pocos minutos de su triste pronunciamiento, saliendo disparado hacia el asilo en la Embajada de México a la cual no llegó, porque sabemos que su escolta policial lo detuvo en intervención perfectamente legal y constitucional del Ministerio Público y los generales que cumplieron con esa disposición.

Entonces, estamos en una secuela bastante sería, bastante grave, porque Castillo se convirtió, pese a su gobierno corrupto e inepto, en un falso capital cultural de los sectores que lo identificaban como el presidente del pueblo oprimido, de los indígenas racialmente maltratados. En fin, todo un simbolismo que no corresponde a la verdad, porque Castillo no hizo absolutamente nada, aparte de mostrar su organización criminal y como gobernante fue totalmente inepto.

Por otro lado, lo que sí sabemos, es que logró armar una alianza política complicada y llena de contradicciones, pero que básicamente venía ya del sustento que consiguió de Perú Libre, que a su vez es una organización bastante corrupta por el ejercicio gubernamental hecho en el gobierno regional de Junín, que tenía contacto con el llamado militarizado partido comunista del Perú de Quispe Palomino y en donde hay pruebas, documentación y relaciones establecidas en particular con el congresista Bermejo, que entonces era dirigente importante de Perú Libre del que luego se escindió.

Pero si uno se da cuenta en lo que si insistió Castillo durante la campaña y lo aplicó durante su gobierno, fue el ataque y desmantelamiento de todos los organismos reguladores del Estado que tienen que ver bastante con algún tipo de control o supervisión de economías mayormente informales o abiertamente delictivas. Eso ha sido una constante en su gobierno, la respuesta que ha venido creciendo, particularmente con el nuevo año, es la aplicación de una consigna por parte de esa alianza, que calificó como narco senderista; es decir, una alianza en donde incluyo a los representantes de las economías ilegales, narcotraficantes, mineros ilegales, contrabandistas, trata de personas, etc., que intentan reponer a Castillo en el gobierno, que han controlado durante 16 meses y tener todas las facilidades que tuvieron en ese lapso.

De ahí, que estemos ante una asonada que se caracteriza por eso. ¿Dónde está la confirmación? En mi opinión, en primer lugar está en que no existe ningún pliego de reclamos sociales, nadie lo ha presentado, no hay ninguna dirigencia que haya demandado al Estado por razones sociales, lo que si hay son consignas políticas muy claras que exigen la renuncia de la sucesión perfectamente constitucional de la Sra. Boluarte, y que piden el adelanto de elecciones, pese a que ya esto está aprobado para abril 2024, y piden también, por supuesto, lo que ellos llaman su asamblea constituyente y la libertad y reposición de Castillo en la presidencia de la república.

Luego su característica de cómo actúan, tratando de capturar 4 aeropuertos estratégicos para las comunicaciones con el Sur del país, Ayacucho, Arequipa, Cuzco y Juliaca, que lo han intentado durante días, sobre todo en Ayacucho y Juliaca, en donde se han producido el 80% de las muertes, ante la represión de las fuerzas del orden, ante un ataque masivo de centenares y miles de pobladores conducidos por agitadores que lograron poner a los aeropuertos en el blanco de esta turba de indignados. Por otro lado, en la quema de oficinas del poder judicial, de la superintendencia tributaria, de aduanas, de casetas de peaje, que controlan o tratan de impedir el contrabando e incluso la quema y vandalización de la casa de congresistas que consideran sus enemigos, el destrozo de más de 20 ambulancias, el impedir que lleguen medicinas a los hospitales; ahí hay un esquema que hace recordar la vieja estrategia de Sendero Luminoso, de impedir a como dé lugar la presencia del Estado y destruir los bienes públicos, también atacando empresas mineras, ayer y ahora en Cuzco, Espinar, las Bambas, que ha comunicado que van cerrar, afectando la producción.

Esto no es una protesta social, hay algunas marchas que sí son pacíficas, como las que desarrolla la CGTP, y otros grupos que se suman al estilo tradicional de las protestas ciudadanas, sindicales y sociales que se realizan pacíficamente; pero éstas otras están orientadas claramente a la destrucción y a la captura de recursos o activos críticos, tanto públicos como privados. Entonces creo que la situación es muy crítica y el reto para este gobierno es asentarse y afianzarse en el lapso que le queda formalmente hasta las elecciones de abril 2024.

¿Qué medidas debiera adoptar el gobierno para controlar y restablecer el orden público?

Otro elemento que es clave en la situación política, es que desde las elecciones del 2021, la política está dominada por los extremos, la extrema izquierda y la extrema derecha. Entonces, no existe un centro social, una izquierda democrática o una derecha democrática con respaldo suficiente, que pueda tanto en el Congreso como en la sociedad equilibrar las cosas y derrotar a los extremos. Lamentablemente la extrema derecha ha pasado a dominar a la propia derecha democrática, incluido el PPC, que le hace el seguidismo y ha desaparecido como fuerza legal para no hablar de la cúpula Aprista, que igualmente se ha sometido a esa orientación, perdiendo por completo identidad ideológica, y la extrema izquierda está encantada con ese tipo de oposición, mutuamente se atacan y hasta conviven, ésa es una característica que no se daba antes del 2021 y marca también el escenario.

En segundo lugar, eso efectivamente explica que la Sra. Boluarte y su primer ministro, que han designado un gabinete de técnicos de gente generalmente de centro, progresistas, que tratan de rescatar las políticas públicas, totalmente olvidadas por el gobierno de Castillo; como sustentó el ministro Otárola, en el Congreso, en un lenguaje que no se escuchaba desde hace varios años; pero no tienen una base de apoyo político y social, al punto tal que efectivamente en el congreso dependen de la votación de la derecha y de un centro corrupto, el de APP, de Podemos o de Somos Perú, que están esperando qué les van a dar por apoyar, todavía no les han dado; pero obviamente deben estar atrás, porque ellos mismos estaban ejerciendo ese mismo tipo de política con Castillo, lo apoyaban unas veces, otras veces también, dependiendo de lo que les ofreciese el gobierno de Castillo, sobre todo tipo de corrupción.

Entonces es una situación bastante complicada, por eso éste Congreso también debe irse en su integridad, entonces el reto es muy difícil de saber exactamente cómo se va a resolver, creo que la Sra. Boluarte y Otárola tienen que resistir democráticamente, no creo en absoluto en eso que vivimos una dictadura cívico militar; eso es una tontería, éste es un gobierno democrático, cercado por fuerzas muy violentas y por una débil capacidad de respuesta social y política, vamos a ver cómo funciona la propuesta del ministro Otárola de tratar de poner en orden en el Estado y desarrollar algunas inversiones urgentes hacia las regiones que estaban paralizadas en los dos últimos años.

¿Sigue la democracia en riesgo, qué tan fuerte está el gobierno?

Tenemos un gobierno débil sin ninguna duda y el otro problema, es que las fuerzas del orden tampoco tienen un comportamiento consistente, en el sentido que hemos perdido la capacidad de tener una policía entrenada en el control de disturbios, aunque la policía en general se comporta mejor porque está cercana a la población. Sin embargo, han sido tan manoseada con ascensos corruptos pagados, han desbaratado sus jerarquías de mando, es casi un milagro que esté actuando con criterio en algunos lugares, y dependen de la capacidad de los generales, que tengan mayor consistencia democrática en el ejercicio de la defensa del orden.

En el caso de los militares, mi impresión hace ya buen tiempo es que ahí hay una involución, que han retomado a esquemas dictados desde la extrema derecha con una visión maniquea, que toda protesta acaba siendo identificada como terrorista, y todo terrorista es un traidor a la patria, y por lo tanto deja de percibirlo como un ser humano, y al que solo hay que meterle bala y en sus actuaciones ellos no entienden cómo manejar los disturbios sociales, solo entienden que hay que meter bala.

Lo que debiera hacer el gobierno de la Sra. Boluarte, es sobre todo afianzarse y apoyarse en los mejores oficiales de la PNP, los que estén mejor preparados en la defensa del orden y tengan una actuación democrática, que sean capaces también de repeler disturbios y la violencia narco senderista, que es muy agresiva. Repetir escenas como las que ya hemos visto, acompañando las marchas pacíficas, siempre se han desenvuelto sin ningún problema, la diferencia que tenemos ahora es que la orientación narco senderista es de asaltar y destruir bienes públicos de gran envergadura, desde aeropuertos, centrales eléctricas, minas, lo que sí es una novedad es esta alianza de Castillo con narco senderistas, que tiene la capacidad de movilizar turbas indignadas, un fenómeno muy semejante al que ha logrado la extrema derecha internacional con Trump o Bolsonaro, que mueven a miles de gentes de sectores medios y populares, sectores empobrecidos que creen en el discurso de la extrema derecha y le atribuyen todos los males al discurso y propuestas democráticas, y esas turbas enfurecidas que mezclan una serie de discursos irracionales, desde el racismo indígena, obviamente el atraso social y económico, han acabado siendo conducidas por ese falso capital simbólico representado por Castillo y sus aliados.

¿Se podría considerar el actual escenario como un momento constituyente?

Yo, y mucha gente lo sabe, estoy inscrito entre los que creen en la restitución de la Constitución de 1979, que considero la mejor constitución del Perú, porque plantea la organización del estado sobre la base de los derechos fundamentales. Ése es un principio que se debe defender, mantener y se puede realizar, tanto por el propio mecanismo de la Constitución de 1993, a través del Congreso puede realizarse perfectamente; pero esto depende de una correlación de fuerzas democráticas y progresistas, como podría hacerse también a través de una Constituyente.

Lo que sucede es que Perú Libre ha ensuciado y deformado el concepto de Asamblea Constituyente, porque la ha convertido en la propuesta de una asamblea corporativa, no en una asamblea sustentada en el sufragio universal y la representación ciudadana, sino una asamblea construida sobre la base de representaciones gremiales o raciales, es decir, donde tendrían participación solo los gremios y los representantes raciales que el poder considere, darles tal porcentaje a los representantes "indígenas" designados desde el poder, darle tanta representación a los gremios a los organismos generados por el poder, que sería el de ellos.

Creo que es una propuesta reaccionaria, anti democrática y a lo que va es a una dictadura, en eso no tengo la menor duda. Eso es lo que se está buscando tras esta ola de violencia narco senderista, es la reposición de Castillo, o la designación vía el congreso de un presidente cercano a ellos, capaz de convocar ese tipo de asamblea constituyente, para ellos encaramarse y afianzarse en ese poder de carácter dictatorial. Eso es lo que están buscando, no creen en la democracia representativa, no creen en los derechos fundamentales, incluso creo que manejan el viejo esquema de Sendero, en tanto peor y mejor, no serían ajenos a que se instaure una dictadura militar reaccionaria, porque suponen ilusamente de que así podrían obtener una mayor "adhesión popular" y que eso los llevaría a su revolución.

No les importa los muertos, no les importa la represión, porque creen que eso les generaría mayor respaldo, es el viejo esquema de Sendero y por lo tanto, ese tipo de asamblea constituyente yo lo descartaría; diría que sí se puede cambiar y enarbolar sobre todo la modificación del Capítulo económico, eliminar lo del Estado subsidiario, recuperar plenamente una Constitución sustentada en los derechos fundamentales, en el rescate de los bienes públicos y la regulación estatal sobre el mercado.

Respecto a las elecciones generales, ¿considera que puede significar un punto de inflexión frente a la crisis política que tenemos en el país?

Debiera ser, pero veo difícil que en 15 meses cambie radicalmente la correlación de fuerzas, la campaña electoral, debería estar ya en sus inicios, está turbada por estas asonadas violentas del narco senderismo, pero una vez que esto se controle, ojalá que así sea, ya se debería estar hablando del desarrollo de candidaturas, de la aprobación de las reformas que sean posibles, pero ya el inicio del cronograma electoral; es decir una inminente legislatura que ratifique la convocatoria para abril del proceso electoral y el establecimiento por los organismos respectivos del calendario de elecciones. Entonces en esos meses de campaña algo se discutirá, ojalá, hay que contribuir a que sea de la mejor forma posible, pero tengo mis dudas, que pueda cambiarse ese peso muy grande que ha ganado la extrema derecha, sobre todo en los últimos años, ojalá me equivoque y se pueda trabajar una alternativa de Centro izquierda.

Dentro de ese esquema de hacer la campaña electoral, no está inscrito ese grupo narco senderista violentista. Se trata de un bloque que tiene problemas muy gruesos y por eso se han lanzado a esa ola de violencia, ellos se juegan por entero el volver al gobierno o de alguna manera dar un paso intermedio con la convocatoria a la asamblea Constituyente corporativa , que les garantizaría afianzarse en el poder; es decir manejando con sus gremios y sus bases racistas el poder de esa asamblea, esa es su gran apuesta, no les veo capacidad de liderazgo, que pueda sacar una votación ciudadana suficiente para volver a ganar elecciones, creo que lo de Castillo les ligó por una sola vez, y no veo ahí candidatos consistentes, alternativos, algo sacaran, sin ninguna duda.

Pero a su vez son varias fuerzas, ellos se coaligan sobre la base de reponer a Castillo y su asamblea constituyente corporativa, más allá de eso les une muy poco y son muy contradictorios también entre ellos mismos, no olvidemos que Perú Libre acabo fraccionado en cuatro o cinco grupos que se vuelven a unificar bajo dos o tres banderas a la que han agregado la renuncia de Dina Boluarte, a la que odian, en mi opinión, básicamente porque no fue parte de la corrupción, pese a que estuvo casi todo el tiempo como ministra de Estado, pero no estuvo en el grupo corrupto de Pedro Castillo, de Perú Libre, y otras fuerzas que se subordinaron o sometieron a este gobierno durante 16 meses.

Ese es problema principal, la Sra. Boluarte mantuvo su autonomía pese a que fue elegida dentro, era militante de Perú Libre, era la vicepresidenta, pero no les veo un candidato o candidatos con capacidad de arrastre electoral, es probable que se presenten divididos y con resultados poco felices. Por eso es que pese a todo lo que dicen, en eso exigen un maximalismo contradictorio cuando hablan de elecciones inmediatas, porque primero saben que son inviables y por eso lo plantean; y segundo, porque no tiene candidatos reales, no tienen a nadie capaz de convocar efectivamente un respaldo tras el fracaso de PL, por eso juegan a la reposición de Castillo o ése paso intermedio de un presidente del Congreso cercano a ellos que convoque a esa asamblea corporativa.

¿Será posible la construcción de un Centro político de izquierda democrática, para contribuir con el proceso de democratización del país?

Creo que sí, los de izquierda democrática nos hemos quedado en minoría, hay gente, núcleos diversos, pero sueltos, desperdigados en el Apra, en la antigua izquierda unida, en juventudes e incluso en gente que ingenuamente creyó que Castillo era un proceso de transformación, ahí están los núcleos, pero no están unificados y creo que la gran bandera es justamente reconstruir el Estado o afianzar un Estado democrático y laico, sobre la base de los derechos fundamentales.

Eso es una gran orientación y hay que traducirlo en propuestas programáticas que en general están formulados; obviamente que siempre hay que actualizar y precisarlos, están en Plan Estratégico de Desarrollo Nacional que se aprobó el 2011, que ha sido actualizado el 2019, en función de las perspectivas de Naciones Unidas hacia el 2030. Ahí están los lineamientos democráticos de transformación productiva, de consolidación de un Perú integrado, inclusivo, de desarrollo regional y propuestas que pueden irse actualizando y desarrollando. Lamentablemente abandonados por los gobiernos caóticos, por la pandemia y en particular por Castillo que no tenía la menor idea de la planificación hasta ahora; por supuesto se puede reconstruir, en general diría que la base doctrinaria de la Constitución de 1979, lo programático del Acuerdo Nacional y el Plan estratégico de Desarrollo Nacional, tenemos ahí una base sólida para un programa de acción política que reconstruya la izquierda democrática o un Centro democrático progresista.