La notable investigación “Riqueza y desigualdad: una visión panorámica” dirigida por Germán Alarco demuestra las severas limitaciones y las consecuencias negativas del modelo neoliberal impuesto en el Perú. 

El estudio descubre como la mejora en el Gini, el indicador que mide la desigualdad, es falsa. Ahonda en los análisis de diversos expertos que veían con sorpresa como los más ricos del Perú no pasaban del millón de soles anuales, vivían en casas con piso de cemento o con medidores colectivos de electricidad. Localizados en lugares insólitos como Picota o Moyobamba, llamaban la atención por su inconsistencia.

Alarco recurre a una metodología más certera, para lo cual revisa fuentes internacionales como el Credit Suisse, consultoras como Knigth Frank, las clasificaciones de la revista Forbes, que añade a las metodologías de los organismos multilaterales, para cruzar información.

Verifica que la Encuesta Nacional de Hogares y otras estadísticas del INEI subestiman los reportes de los sectores de altos ingresos, incluso los de los sectores medios, sobre todo en Lima. Podría decirse que los más ricos no responden a las encuestas, de modo que por propia voluntad resulta difícil enterarse de su realidad.

Construye prolijamente cuadros con datos reales, para decir que el Gini oficial, de 0.35, se duplica. Si fuera cierto seríamos el país con menor desigualdad de la Alianza del Pacífico, acercándonos sorprendentemente a niveles europeos.

Puestas así las cosas, avanza en exponer como los cambios de la economía peruana en las últimas décadas no redundan en un aumento de la participación de la masa salarial en el ingreso. Mas bien en términos generales sigue siendo menor que las décadas de los 60 y 70 del siglo pasado.

La desigualdad se expresa en datos como la distancia de casi veintiún veces entre los ingresos del 10% más pobre y el 10% más rico. Los pobres andan en niveles africanos mientras los más ricos alcanzan el promedio de Portugal o la República Checa.

En el segmento de los millonarios, señala que para el 2017 existían 17,500 millonarios, 880 con 10 millones, 300 con 30 millones o más, 37 con 100 millones y 5 con fortunas de más de 1,000 millones de dólares.

Estos son los beneficiados por el modelo, afincados en la minería, hidrocarburos, agro exportación, telecomunicaciones, finanzas, seguros, medios de comunicación. La pesquisa lleva necesariamente a explicar la variación producida desde los

análisis de Carlos Malpica en “Los dueños del Perú”, que explican los cambios en la estructura del poder económico, sobretodo la presencia del capital extranjero.

El trabajo muestra con rigor como el neoliberalismo excluye sin remedio a la gran mayoría de la sociedad peruana, debilitando al capital humano, ubicándonos en una situación marginal en el proceso actual de civilización.