Durante el largo primer día del debate sobre la cuestión de confianza solicitada por el primer ministro Salvador del Solar, la temperatura de las intervenciones daba la impresión que le iban a tirar los trastos por la cara. Si el gobierno perdía resultaba inevitable convocar elecciones en octubre. 

El fantasma de elecciones parlamentarias en apenas cuatro meses entusiasmaba a los promotores del tanto peor mejor mientras que atemorizaba a los demás. Finalmente la votación aprobó la confianza, en un interesante cruce de posiciones.

Las dos izquierdas respaldaban la reforma política pero no se les ocurrió mejor forma de mostrarlo que votar en contra. Tributarios de la vieja consigna infantilista de que en el caos van mejor, proponían elecciones generales y si ligaba, una constituyente.

No importaba que tales mecanismos no fueran constitucionales ni que sus grupos ni siquiera tuviesen inscripción, En todo caso hay que reconocer que votaron disciplinadamente, luego de escuchar extraños retruécanos sobre situaciones en Chile que obligarían a disolver el Congreso peruano.

Quien se frotaba las manos era el aspirante a dictador Antauro Humala, desde la cárcel donde purga prisión por el asalto y asesinato de policías en Andahuaylas, en plena democracia. Admirador del nazismo, devoto de la “raza cobriza”, aprovechó para sacar a luz a los millonarios que lo apoyan, varios de ellos vinculados a las economías delictivas.

La célula aprista votó unida en contra, en clara defensa de los fueros parlamentarios, postura que acompañó la siempre pugnaz Rosa Bartra, que arrastró 16 votos de su bancada. En la misma línea el incandescente Víctor Andrés García Belaúnde abandonó a sus cuatro correligionarios.

Mención aparte merece la flamante Acción Republicana, formada literalmente entre gallos y medianoche. No solo dejó en el aire a dos antiguos voceros de PPK, sino que en su estreno se partió en tres. El magnate Pedro Olaechea aclaró que votaba en contra por la “ideología de género”, aún molesto por la escasa vestimenta de las visitadoras..

Una nueva correlación la forjaron una experimentada y astuta Luz Salgado con 34 votos de Fuerza Popular, a los que se sumaron las dos bancadas semipalaciegas mas Alianza para el Progreso. Surge así el fujivizcarrismo.

Lo interesante es que ahora la opinión pública podrá apreciar las peculiares propuestas del Ejecutivo. Veremos como 12 mil militantes para formar un partido o 1.5% de votos acaban con la corrupción. Algunas son interesantes aunque la presumida mini comisión nunca consultó a ningún experto en derecho constitucional, ni menos a dirigentes políticos.

Ojalá esto no acabe como la comedia de Shakespeare.